Tarot para principiantes inseguros: empieza sin miedo

“¿Qué tal si todo esto está fuera de mi alcance? ¿Y si nunca entenderé cómo funciona el tarot?”

No sabes cuántas veces he escuchado esto. Gente que se sienta frente a una baraja con la esperanza de encontrar respuestas, solo para terminar más confundida que antes. Y lo entiendo, de verdad que sí. Es como intentar descifrar un idioma antiguo sin diccionario, mientras el corazón late con esa mezcla de miedo y necesidad.

Hay momentos en los que uno siente que todo el mundo entiende algo que a ti se te escapa. Como si todos tuvieran una especie de llave mágica para conectar con lo invisible… menos tú.

Y entonces viene la duda: ¿será que esto no es para mí? ¿Será que estoy esperando demasiado de algo que no tiene sentido?

Déjame contarte algo.

Hace años, una mujer llamada Clara vino a mí. Tenía esa misma mirada de derrota en los ojos. “Jesús, ya he tirado las cartas yo sola, he leído blogs, he visto vídeos… pero todo me suena a chino. Me siento tonta. Como si estuviera intentando bailar un vals con los pies atados”. Recuerdo que me lo dijo con una sonrisa forzada, medio resignada.

Y no es la única. Porque el tarot no es solo una baraja de cartas con dibujos bonitos. El tarot es espejo, eco, lenguaje del alma. Pero —y esto es importante— no se trata de entenderlo como quien memoriza reglas de gramática. No es un examen. No se trata de hacerlo bien o mal. Se trata de sentirlo.

El problema no eres tú. El problema es la idea de que hay una forma “correcta” de conectar con el tarot.

Leer ahora  El Tarot de Jesús y la Importancia de Dejar que Todo Fluye en la Vida con Templanza

Muchos creen que el tarot es solo para los “dotados”, para gente con capacidades extrasensoriales o una especie de don heredado. Y aunque yo nací con videncia —y eso es cierto, lo confieso sin presunción—, eso no significa que tú no puedas experimentar el tarot de una manera profunda, útil y transformadora. A tu manera.

¿Sabes lo que más bloquea a la gente? La expectativa de tener “la respuesta perfecta” al primer intento.

Imagina que te regalan un instrumento musical que nunca habías tocado. ¿Esperarías tocar una sinfonía a la primera? Claro que no. Y aun así, mucha gente cree que basta con barajar unas cartas, sacar tres y voilà… que la verdad se revele como por arte de magia. Pero el tarot no funciona así.

El tarot es un diálogo. No un oráculo que te grita respuestas desde un pedestal, sino un susurro que requiere pausa, escucha y, sobre todo, paciencia. A veces las cartas no dicen lo que quieres. A veces parecen contradictorias. A veces, simplemente, no dicen nada claro. ¿Pero sabes qué? Eso también forma parte del mensaje.

El silencio también es mensaje.

Clara, aquella mujer de antes, siguió viniendo. No porque yo le ofreciera soluciones milagrosas, sino porque cada sesión le enseñaba algo nuevo sobre ella misma. Empezó a darse cuenta de que las cartas no le hablaban desde fuera, sino desde dentro. Eran un mapa de sus emociones, de sus bloqueos, de sus deseos más escondidos.

Y eso puede dar miedo. Porque el tarot no siempre te dice lo que quieres, sino lo que necesitas mirar.

No necesitas entender el tarot con la mente. Necesitas aprender a sentirlo con el alma. Y eso —créeme— es un proceso. A veces lento. A veces incómodo. Pero siempre revelador.

Leer ahora  Tarot del Amor 2025 por Bizum con el Tarot de Jesús: ¡Tu Destino te Espera! 💖🔮

Y si no sabes por dónde empezar, está bien.

Aquí te dejo algunas ideas sencillas, humanas, reales:

  • Empieza por una sola carta al día. No te lances a tiradas complejas. Sácalas como si fueran frases sueltas de una conversación contigo mismo. ¿Qué te dice esa imagen? ¿Qué palabra te viene? ¿Qué emoción te despierta?

  • Olvida los significados tradicionales por un momento. Sí, son útiles. Pero también limitan. ¿Qué ves tú? ¿Qué historia te cuenta esa carta hoy, en este momento?

  • Escribe. No para “tener razón”, sino para escuchar tu voz interna. Una carta, una emoción, una línea escrita. Día a día.

  • Busca guía si lo necesitas. No todos los caminos se recorren solos. Si sientes que quieres entender más a fondo, busca a alguien que no te hable desde la torre de marfil, sino desde el corazón. Hay tarotistas que acompañan, no que dictan.

  • Acepta el misterio. Hay cosas que no entenderás al principio. Está bien. Hay cartas que no sabrás interpretar del todo. También está bien. No lo fuerces. Deja que se asienten. A veces, la comprensión llega días después. O incluso semanas.

El tarot es como una danza con tu alma. A veces tropiezas. A veces te adelantas a la música. Pero si te entregas, si de verdad te entregas, empieza a pasar algo que no se puede explicar del todo. Es como si una parte de ti —esa que siempre supo— empezara a tomar la palabra.

Y cuando eso ocurre, ya no importa si lo estás haciendo bien o mal. Porque ya no estás buscando entender el tarot. Estás escuchando tu verdad.

Leer ahora  ¿Y si me rechazan de nuevo? No podría soportar esa sensación otra vez.

Así que, si te estás preguntando si esto está fuera de tu alcance… permíteme devolverte una pregunta más real:

¿Y si lo que necesitas no es entenderlo, sino dejarte tocar por él?

La magia no está en las cartas. Está en ti.
Solo que a veces, hace falta un espejo para verla.

Y quizá, solo quizá, este sea el comienzo.

Deja un comentario

WhatsApp 694480956