«Cada vez que hago una lectura, siento más ansiedad y confusión.»
Si alguna vez has sentido que el tarot, en lugar de ofrecerte claridad y consuelo, solo aumenta la ansiedad y la confusión sobre tu vida amorosa, no estás solo. Es posible que te acerques a las cartas con la esperanza de respuestas, de un pequeño destello de luz en medio de la oscuridad emocional, solo para terminar con más preguntas, más inquietud y un creciente nudo en el estómago. El tarot, en su esencia, es una herramienta de reflexión, pero cuando se convierte en un ciclo de ansiedad, puede ser difícil saber cómo usarlo de manera saludable.
Este miedo, de hecho, puede ser un fenómeno muy real: la búsqueda de respuestas en las cartas se transforma, de forma irónica, en una fuente de mayor incertidumbre. La ansiedad se dispara, las cartas parecen confusas o contradictorias, y las dudas sobre el futuro amoroso parecen multiplicarse en lugar de disiparse. Si alguna vez te has sentido así, déjame decirte: es completamente válido. El tarot no siempre ofrece respuestas claras y definitivas, y eso, en lugar de ser un alivio, puede sumergirnos aún más en la niebla de nuestras inseguridades.
El tarot como espejo de nuestras inseguridades
El tarot, para muchos, es como un espejo en el que nos reflejamos a nosotros mismos. Pero en ocasiones, ese espejo no solo refleja lo que queremos ver, sino también lo que tememos ver. ¿Y si las cartas no dicen lo que quieres oír? ¿Qué pasa cuando el tarot te desafía, te enfrenta a tu propia vulnerabilidad y amplifica las dudas que ya tenías en tu mente?
Cuando se trata de la vida amorosa, esas inseguridades pueden ser especialmente intensas. Si temes no encontrar nunca a alguien que te ame, por ejemplo, es probable que esa creencia se proyecte en la lectura. Las cartas no son culpables de esto, sino que simplemente reflejan el estado emocional en el que te encuentras en ese momento. Si estás buscando respuestas con una carga emocional pesada, es probable que la ansiedad y la confusión se filtren en cada carta.
Es importante recordar que, cuando nos acercamos al tarot con una mente ansiosa, lo que realmente estamos haciendo es buscar certezas en un terreno incierto. Y, en muchos casos, el tarot no está diseñado para dar certezas, sino para abrir caminos a la reflexión, para invitar a cuestionar nuestras creencias y expandir nuestras perspectivas.
El ciclo de la ansiedad: del tarot a la confusión
La ansiedad puede crear un ciclo autoperpetuante, especialmente cuando se vincula al tarot. Imagina que consultas las cartas con la esperanza de obtener claridad sobre tu vida amorosa. En lugar de eso, te enfrentas a una lectura que te deja aún más confundido. Tal vez aparece una carta de La Torre, que generalmente señala una gran transformación, o un Cinco de Copas, que puede reflejar dolor o arrepentimiento. Estas cartas no son necesariamente malas, pero en un estado emocional ansioso, pueden ser interpretadas como una confirmación de lo peor: «¿Significa esto que nunca voy a encontrar a alguien?», te preguntas, mientras el miedo se apodera de ti.
Este miedo de «confirmación» es una de las razones por las que las personas pueden experimentar más ansiedad con el tarot en lugar de sentir alivio. Las cartas, cuando se ven desde una perspectiva temerosa, pueden parecer como un presagio negativo, incluso si lo que están mostrando es una oportunidad de crecimiento. La clave aquí es entender que no es el tarot lo que está causando la ansiedad, sino cómo lo interpretamos a través de nuestra mentalidad en ese momento.
¿Cómo romper el ciclo de ansiedad?
Si has experimentado esta sensación de creciente ansiedad después de hacer una lectura, no te sientas mal por ello. La buena noticia es que puedes cambiar tu relación con las cartas, y con tu ansiedad. Aquí te dejo algunas claves para romper ese ciclo y empezar a ver el tarot como una herramienta de autodescubrimiento, no como una fuente de más caos.
1. Reajusta tus expectativas:
El tarot no tiene la intención de dar respuestas claras y definitivas. En cambio, se trata de una herramienta para explorar tus pensamientos y emociones más profundos. Cuando te acerques a las cartas, hazlo con la intención de obtener claridad interna, no de obtener respuestas rápidas o certezas. Si te permites ver las cartas como un medio para reflexionar sobre tu vida, en lugar de una forma de «predecir» lo que sucederá, disminuirás la ansiedad que puede surgir al buscar certezas.
2. No tomes cada lectura demasiado en serio:
Las cartas no deben ser una fuente de juicio o condena. En lugar de esperar que cada lectura te revele una verdad universal, intenta ver cada lectura como una instantánea de tu estado emocional en ese momento. Las cartas pueden ofrecerte una perspectiva útil, pero no son una sentencia. Si te sientes más confundido después de una lectura, tómalo como una invitación a profundizar más en tus propios pensamientos y no como una confirmación de que todo está fuera de tu control.
3. Practica la paciencia contigo mismo:
La ansiedad no desaparece de un día para otro, y lo mismo ocurre con el tarot. Si sientes que las cartas están aumentando tu ansiedad, permítete tomarte un descanso. En lugar de hacer lecturas continuas, dale espacio a la información para asentarse. La reflexión profunda toma tiempo, y a veces, lo que necesitas no es una nueva lectura, sino un momento de introspección tranquila.
4. Aprende a reinterpretar las cartas:
Cada carta tiene múltiples interpretaciones, y la forma en que la leas depende de tu estado emocional y mental. Si una carta como La Muerte te provoca ansiedad, trata de verlo como una señal de transformación y liberación, no como algo negativo. Cambiar la forma en que interpretas las cartas te ayudará a reducir el miedo y la confusión.
5. Busca una práctica equilibrada:
El tarot puede ser útil, pero es solo una parte de tu viaje personal. Complementa las lecturas con otras formas de cuidado personal, como la meditación, el journaling, o el autocuidado físico. Al cultivar una rutina de bienestar integral, reducirás la ansiedad general y, por lo tanto, estarás en una mejor posición para recibir lo que el tarot tiene para ofrecer de manera más tranquila y abierta.
Abrazando la incertidumbre
Es natural querer respuestas claras, especialmente cuando se trata de algo tan personal como la vida amorosa. Pero la realidad es que la vida amorosa es intrínsecamente incierta. No sabemos lo que depara el futuro, y el tarot, más que un mapa exacto, es una brújula que nos guía hacia la autocomprensión. El miedo y la ansiedad surgen cuando intentamos forzar una respuesta definitiva, cuando buscamos un control que, simplemente, no existe.
Lo que el tarot puede ofrecer, más allá de cualquier predicción específica, es una forma de estar más en sintonía contigo mismo. Nos invita a mirar dentro, a enfrentar nuestras propias sombras y a reconsiderar nuestras creencias limitantes. Así, en lugar de ver las cartas como una fuente de ansiedad, puedes empezar a verlas como una oportunidad para encontrar paz en la incertidumbre.
Aceptar la falta de certezas es, en muchos casos, la clave para liberar la ansiedad. El tarot no tiene todas las respuestas, pero puede ayudarte a hacer las preguntas correctas.
